No hay modelos familiares peores sino mentes más cerradas

“Todas las formas que nos podemos imaginar de hacer familia se han hecho ya en algún momento y en algún grupo humano. Y lo cierto es que suelen funcionar”. Así de claro. La profesora de Antropología Social de la UNED Nancy Kovalinka defiende la apertura de mente para no estigmatizar los nuevos modelos familiares, y advierte de que tanto los profesores como los padres tiene una gran responsabilidad en el camino hacia la igualdad.

Al fin y al cabo, la aceptación es sólo una cuestión de tiempo, y eso lo sabe por su propia experiencia. Todavía recuerda la conversación que mantuvo con una profesora hace 20 años. “Las madres que trabajáis podéis crear con eso problemas a vuestros hijos”, le dijo entonces. Y por ahora no tiene constancia de que su trabajo haya causado ningún trastorno en su descendencia.

Esto mismo se puede aplicar a las nuevas formas de hacer una familia, el tema central del curso ‘Implicaciones socioeducativas de los nuevos modelos familiares: matrimonios mixtos, familias homoparentales y familias reconstituidas’, que se celebra en el centro de la UNED en Motril hasta el miércoles que viene y en el que participa con la ponencia ‘Familia y familias ¿Por qué se problematiza la diversidad? “En cuanto todos los niños vean como normales las familias de sus amigos, tal y como estén constituidas, irán cambiando las cosas”, pronostica Kovalinka.

La raíz del recelo a los nuevos modelos de familia está en la organización social. Mostramos tolerancia hacia quienes hablan otros idiomas o se visten con distinta ropa que nosotros. Pero hay ciertos aspectos básicos de la sociedad que son tan profundos y los tenemos tan claros que, por contraposición, difícilmente aceptamos grandes diferencias.

Es una buena manera de guardar cierta cohesión social, pero no es muy aconsejable cuando la crisis económica vuelve a poner de moda la familia extensa, en la que conviven varias generaciones, cuando la reproducción asistida garantiza el auge de las familias monoparentales, cuando las parejas homoparentales adquieren el derecho a la adopción o cuando surgen nuevos modelos como la familia nuclear transnacional, en la que uno de los progenitores se ha visto obligado a vivir en el extranjero. Con toda su formación antropológica, Kovalinka propone como la fórmula universal para hacer buenas familias que todos intuíamos: el amor y el cuidado por encima de todo.

 

Andrés Masa

Curso: Implicaciones socioeducativas de los nuevos modelos familiares: matrimonios mixtos, familias homoparentales y familias reconstituidas

Sede: Motril